Es esta una pregunta seria, la de ¿quién ganaría entre el Dream Team y la Selección Olímpica de Estados Unidos del 2012?
Generalmente, trato de apartarme de la prensa sensacionalista y sus discusiones sin sentido -- como, quién era mejor, ¿Babe Ruth o Barry Bonds?'. Comparar jugadores o equipos de eras diferentes siempre será algo que no tiene razón alguna. Ruth, por ejemplo, nunca enfrentó a jugadores Afroamericanos, un desarrollo que quizás hubiera cambiado sus números. Pero tampoco jugó en la era de los esteroides, lo cual, obviamente, cambió las números de Bonds. Son docenas de variables las que hacen las comparaciones de una era u otra sean como la comparación entre manzanas y naranjas.
Pero.
No hay mucha diferencia en la calidad de juego en la NBA de hoy a la de hace 20 años. Claro, el nivel de juego internacionalmente ha mejorado inmensamente; los equipos que enfrentará la Selección Olímpica del 2012 en Londres están a muchos años luz de ventaja en comparación con aquellos que querían las fotos del Dream Team de Barcelona, en parte por culpa del mismo Dream Team. Esos Olímpicos le demostraron al resto del mundo la gran distancia que había con los demás y el deseo que tenía la NBA de inyectar sus presencia alrededor del mundo por medio de la televisión, las clínicas y alianzas con otras ligas que ayudaron al desarrollo de las súper estrellas internacionales que se han convertido tan buenos como sus rivales de Estados Unidos.
Pero uno sí puede comparar Michael Jordan con Kobe Bryant; a LeBron James con Magic Johnson. Y uno puede comparar a la Selección de Estados Unidos del 2012 con la de 1992. Bryant lo hizo la semana pasada durante el entrenamiento del equipo en Las Vegas.
“Tenemos una buena cantidad de grandes jugadores jóvenes, ya saben, jóvenes que están con hambre de competir. Entonces no lo sé, sería muy duro, pero creo que ganaríamos”, le dijo Bryant a los reporteros.
No estaba allí cuando Kobe dijo lo que dijo en Las Vegas, entonces no sé el contexto de la pregunta o de su respuesta.
Sé que Kobe es un serio estudioso de este deporte y que conoce la historia de este juego. Simplemente no se puede creer lo que supuestamente dijo, que muchos de los miembros del Dream Team eran “mucho más viejos y estaban cerca al final de su carrera”.
Eh, no.
Esa distinción aplicaba precisamente a dos miembros del Dream Team: Larry Bird y Magic. Bird, se sabía, estaba cerca del retiro, pues su espalda estaba demasiado adolorida para poderse parar y mucho menos para jugar. Johnson se había perdido la temporada previa tras dar positivo por SIDA (aunque regresó justo a tiempo para ganar en febrero el premio Como Jugador Más Valioso del Partido de las Estrellas en Orlando).
Pero en 1992, Jordan acababa de cumplir 29 años. Venía de conseguir su segundo título consecutivo de la NBA con los Bulls, ganando los premios Como Jugador Más Valioso de la temporada regular y los playoffs. Fue seleccionado al Mejor Equipo de la NBA y fue primero en la liga, según la página web Basketball-Reference.com, en Rating de Eficiencia. Promedió 30,1 puntos, 6,4 rebotes y 6,1 asistencias en la temporada regular; 34.5, 6,2 y 5.8 en los playoffs.
Su compañero en los Bulls, Scottie Pippen, tenía 26 años en 1992. Promedió 21 puntos, 7,7 rebotes y 7 asistencias esa temporada, logrando ser seleccionado al segundo de sus siete Partido de las Estrellas. Fue elegido al Mejor Equipo Defensivo; el año previo, él cambió el curso de las Finales de 1991 acosando por todo el campo a Johnson y evitando el famoso contragolpe de los Lakers.
Charles Barkley tenía 29 años, promediando 23,1 puntos y 11 rebotes en 1992, campaña en la que acertó el 55 por ciento de sus tiros de campo. Estaba a un año de ser elegido como Jugador Más Valioso de la NBA en 1992. Y fue cuarto en el Rating de Eficiencia esa misma campaña. Karl Malone, el delantero súper estrella de los Jazz, fue tercero en Rating de Eficiencia esa campaña, promediando 28 puntos y 11,2 rebotes. Fue elegido al Mejor Equipo de la NBA y a su quinto Partido de las Estrellas de manera consecutiva. En la defensiva de ese Dream Team estaba Patrick Ewing, de 30 años, quien promedió 24 puntos, 11,2 rebotes y 3 tapones esa campaña. Fue elegido al Mejor Segundo Equipo de la NBA esa temporada, al Mejor Segundo Equipo Defensivo y a su sexto Partido de las Estrellas. También jugando como pívot estuvo el hombre de los Spurs David Robinson, de 27 años, quien finalizó su tercera campaña en la NBA tras haber estado en las Reservas de la Marina. Lideró la liga en tapones en 1992 (4,5 por partido), sumados a los 23,2 puntos, 12,2 rebotes y fue el Mejor Jugador Defensivo del Año. Además fue segundo en la Liga en Rating de Eficiencia. (El Dream Team tenía a 10 de los 20 líderes en el Rating de Eficiencia esa temporada, según Basketball-Reference.com.)
Esa permitió que hombres de poco peso como Chris Mullin (anotó 25,6 puntos por partido en 1992, temporada en la que jugó 41,3 minutos por partido, cifra máxima en la liga y elegido el Mejor Equipo de la NBA), Clyde Drexler (25 puntos por partido y elegido el Mejor Equipo de la NBA), John Stockton (elegido al Segundo Mejor Equipo de la NBA, elegido al Segundo Mejor Equipo Defensivo de la NBA, líder de la liga en asistencias y robos esa campaña) y Christian Laettner, quien ganó el premio Wooden, Naismith y Associated Press como Jugador del Año en sus últimos años en la Universidad de Duke, completaran la nómina.
El equipo era tan bueno que Jordan fue el único jugador en ser titular los ocho partidos de los Olímpicos. Chuck Daly tuvo que rotar sus alineaciones tanto como pudo; ¿Se podían imaginar que alguien diferente a Laettner, el chico colegial, no hubiera jugado en algún partido?
"Que él (Bryant) haya comparado esos dos equipos no es una de las cosas más inteligentes que haya hecho", dijo Jordan el jueves, según una fuente de la Associated Press, que dijo que Jordan "se reía sin parar " cuando escuchó la afirmación de Bryant.
Es importante decir acá que Bryant estaba hablando de un solo partido, no de una serie al mejor de siete. (Aunque estoy seguro que él piensa que también ganarían esa serie). Y, claro, en un solo partido cualquier cosa puede suceder, entonces es posible que ellos pudieran ganar alguna vez. Pero si hablamos de un porcentaje de que el Dream Team le ganara a esta Selección, yo diría que está entre el 80 y el 85 por ciento.
Lo que hacía imparable al Dream Team no eran los pases de Magic, o los alley-oops hacía Jordan o Pippen; era su defensiva. Ellos eran una fuerza prolífica en la parte defensiva. Incluso asumiendo que Bryant o Chris Paul pudieran superar a Jordan y Pippen en la parte delantera – yo no lo creo, pero ustedes pueden – ellos todavía debían lidiar con Ewing y/o Robinson detrás de ellos y, como lo dije anteriormente, no eran jugadores débiles, sino defensas en su mejor nivel.
La velocidad de Pippen y Jordan, la cantidad de espacio que ellos podían cubrir defensivamente, era increíble. Jordan logró 37 robos en los ocho partidos de los Olímpicos, una ridícula cifra de 4,6 por partido. Pippen abusó de Toni Kukoc, quien se convirtió en un gran jugador en la NBA junto a Jordan y Pippen en Chicago, en los dos choques en los Olímpicos, aunque Kukoc, jugando para su Croacia natal, se mostró un poco mejor en el partido por la medalla de oro.
Magic no era un defensa implacable, pero hacía un buen trabajo ante sus mejores rivales, y media más de 2 metros, tenía brazos largos; desviaba muchos balones para comenzar los contragolpes. Stockton tenía sus manos como guantes de receptor y conseguía robos por todas partes Ahora, Stockton no jugó mucho en los Olímpicos, pues se había roto su tibia en el Torneo de las Américas. Lo cual nos deja esta pregunta: ¿qué tanto afecta el factor lesiones al realizar esta comparación? (Porque si Bird hubiera estado saludable, hermanos y hermanas, no estaríamos teniendo esta charla. Esa posibilidad del 80 al 85 por ciento del dominio del Dream Team subiría a mucho más del 90).
Para ser justos, esto afecta los dos bandos. Jerry Colangelo, el Jefe Ejecutivo de Operaciones de la NBA, no dio una predicción de cuál equipo ganaría cuando se lo preguntaron al semana pasada. Pero dio un punto muy válido: la supuesta debilidad de este equipo Olímpico, la falta de tamaño, se ha dado por las lesiones de hombres como Dwight Howard, Chris Bosh y, ahora, Blake Griffin, quienes han salido de la nómina. (Y Dwyane Wade y Derrick también).
Por el bien de este argumento, asumamos que estamos hablando de los equipos existentes, porque no quiero pasar otros diez párrafos discutiendo si Rose o Deron Williams habrían entrado al equipo, al igual que Bosh o Tyson Chandler.
Simplemente no veo como este equipo tenga como anotar suficientes puntos ante los Dreamers. No tienen grandes lanzadores de triples; no hay un solo miembro de este equipo Olímpico que haya finalizado entre los primeros 25 en porcentaje de aciertos de tres puntos en la liga esta temporada. (Andre Iguodala terminó de 26 con el 39,4 por ciento). Y, como lo dije arriba, la defensiva perimetral de los Dreamers' era capaz de rotar y cerrar los espacios rápidamente, así que no tendrían muchos triples abiertos como los que dejan algunos equipos internacionales.
Los Dreamers podrían compactarse, dejando que los guardias de los Redeemers lanzaran triples desde muy lejos y colapsaran todo desde el interior con LeBron James. Digamos, si él tratara de jugar en el poste bajo, Barkley o Malone, y Ewing o Robinson llegarían a doblarlo en la defensa, los instintos de James lo harían buscar al hombre abierto y no forzar el disparo. Y, de nuevo, yo veo a Jordan y Pippen (o Drexler) capaces de cerrar a los lanzadores sin mucho problema.
Ahora, ¿qué pasaría si el Entrenador K pusiera a LeBron armando las jugadas en vez de colocarlo en el poste bajo? Esto podría ser interesante. LeBron es muy fuerte y es difícil imaginar que no pudiera llegar a donde él quiera a terminar las jugadas a pesar de recibir un contacto. Aunque yo sigo creyendo que Pippen, quien era más largo y fuerte de lo que piensan, podría vencer a LeBron en algunos lugares como para hacerlo lanzar en vez de atacar al aro. Sin embargo, no hay dudas de que James hubiera sido un problema para los Dreamers, como para cualquiera hoy en día.
¿YKobe hubiera anotado? Seguro. Es demasiado bueno como para ser detenido por cualquiera. Pero creo que a él le hubiera tocado hacer bastantes lanzamientos para anotar varios puntos; no hubiera sido eficiente frente a los Dreamers. Actualmente, creo que Durant hubiera tenido una mejor opción contra los Dreamers, pues, por su tamaño; tiene líneas en el perímetro que nadie aparte de Dirk Nowitzki pueden ver ¿Pero será que Durant no perdería el balón ante la gran defensa del equipo de 1992 ¿Defensa? Eso sería un problema. Y aparte de James, los Redeemers no tendrían a nadie para atacar a los Dreamers en la zona pintada, nadie a quien darle la bola para conseguir resultados constantes.
Y no hemos analizado la parte ofensiva.
Hombre, ¿a quién no le gustaría ver a Jordan en su mejor momento, con una parte de la cancha aislada y con Kobe enfrente también en su mejor nivel? Acá es donde un hombre justo debe saber que con el paso del tiempo, esos jugadores que vio con sus propios ojos generalmente tienden a verse más grandes, mejores aún que su propia leyenda. Pero yo vi a Michael Jordan destruyendo a todo el que trató de defenderlo. Algunos de ellos, como Joe Dumars, tenía la fortaleza mental de volver a retarlo, año tras año y dar un gran esfuerzo en cada choque. Pero nunca lo detuvieron. Es duro imaginar que alguien sea capaz de evitar que Jordan hiciera lo que le quisiera en la cancha.
Y, perdón de nuevo, pero no veo a ninguno de los Redeemers con la capacidad de frenar a Magic en el contragolpe. Podrían colocarle a LeBron para detenerlo, creo, pero eso le quitaría mucha energía al otro lado de la cancha, porque Magic, en el año 1992, se había convertido en un lazador de tres puntos muy sólido, entonces no podrían dejarlo abierto como al comienzo de su carrera.
Tampoco habría muchas respuestas dentro de la zona pintada para contrarrestar a Malone o Barkley.
Un testamento de lo bien que jugó Barkley en los Olímpicos es que no recuerdo muchas cosas de Malone, quien luego sería nombrado dos veces como Mejor Jugador de la Liga, además de finalizar como segundo mejor anotador en la historia y de tener un lugar en el Salón de la Fama. En julio y agosto de 1992, Barkley era el mejor jugador del mejor equipo en la historia del baloncesto. Claro, Jordan era grandioso y Magic también. Pero Barkley estuvo grandioso en las justas, frecuentemente iniciando los contragolpes con un rebote y rematándolos al otro lado de la cancha. Barkley acertó el 71 por ciento de sus tiros de campo ante sus rivales y encestó siete de sus ocho triples.
Si él no finalizaba el contragolpe, Mullin lo hacía. Revisé sus estadísticas en los Olímpicos. Mullin acertó el 61 por ciento de sus tiros de campo, el 53 por ciento de sus triples, lo cual para mi es un poco bajo; Yo pensé que acertaría el 70 porciento de sus triples. Daba la impresión que pasaba un mes o dos sin fallar un triple.
No creo que los Dreamers ganarían por 25 puntos, como lo dijo Pippen el otro día. Pero creo que los Dreamers ganarían la mayoría de los partidos cada vez que se enfrentaran ante los Redeemers y si me pusieran a dar el resultado de un solo partido, yo diría Dreamers 91, Redeemers 82. (Con las reglas de los Olímpicos, recuerden; 2 cuartos de 20 minutos). Seamos claros: No tengo ningún problema con lo que dijo Bryant; ¿qué querían que dijera? ‘¿No tendríamos ninguna opción?' La arrogancia atlética es algo fundamental de su éxito así como lo era para Jordan; ellos literalmente no entienden la palabra duda. Cada vez que Brian se coloca sus zapatillas Nike, él piensa que es el mejor del mundo. Pero eso no significa que esta vez tenga la razón.
"La cosa con el Dream Team", dijo Bryant el domingo en Washington, "es que ninguno de ustedes estaba allí para verlo".
Eh, no. Yo estuve allí. Yo los vi. Vi todos los minutos que jugaron en Portland en el Torneo de las Américas y cada minuto en Barcelona – en realidad, Badalona – en los Olímpicos. Vi el codazo de Barkley a Herlander Coimbra, vi a Bird corriendo lentamente y aún así meter el 52 por ciento de sus tiros de campo, vi la racha de 46-1 contra Angola, vi Daly nunca pedir un tiempo fuera y el gran dominio que se presentó cuando la NBA soltó a sus sabuesos y cambió el mundo del baloncesto para siempre. Ellos eran el Dream Team y, como lo diré hasta el día de mi muerte, son el mejor equipo que he visto.
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