Es prácticamente imposible no recordar la figura del que para muchos de nosotros es el mejor jugador de todos los tiempos, Michael Jordan, cuando de “evaluar” a Kobe Bryant se trata.
Desde la llegada de Kobe a la liga, su repertorio de gestos y movimientos han sido tratados como una copia casi perfecta de Jordan. Su mecánica de tiro, su forma de celebrar canastas ganadoras, su forma de andar, etc. Todas las comparaciones son odiosas, y más si la hacemos con el 23 de los Bulls, pero es inevitable unir ambas figuras.
Desde la llegada de Kobe a la liga, su repertorio de gestos y movimientos han sido tratados como una copia casi perfecta de Jordan. Su mecánica de tiro, su forma de celebrar canastas ganadoras, su forma de andar, etc. Todas las comparaciones son odiosas, y más si la hacemos con el 23 de los Bulls, pero es inevitable unir ambas figuras.
Esta continua comparación no desmerece lo grandísimo jugador que es Kobe Bryant. Nadie “descubre América” si pone sobre la mesa los logros de Kobe. Sus títulos, su afán de victoria, sus ganas de mejorar, su pasión y su juego le colocan por méritos propios entre los más grandes.
Pero no son pocas las voces que tildan a Bryant como un jugador egoísta, un jugador que no es capaz al 100% de ocupar el papel de líder, de hacer mejores a sus compañeros.
Sobre este tema, Michael Jordan vivió una situación similar hasta la llegada de Phil Jackson al banquillo de los Chicago Bulls en la temporada 89/90. Con Jackson en el banquillo, como le pasó a Kobe, el 23 pasó de ser un gran jugador a un ganador. Una semejanza más entre los dos jugadores…
Pero no son pocas las voces que tildan a Bryant como un jugador egoísta, un jugador que no es capaz al 100% de ocupar el papel de líder, de hacer mejores a sus compañeros.
Sobre este tema, Michael Jordan vivió una situación similar hasta la llegada de Phil Jackson al banquillo de los Chicago Bulls en la temporada 89/90. Con Jackson en el banquillo, como le pasó a Kobe, el 23 pasó de ser un gran jugador a un ganador. Una semejanza más entre los dos jugadores…
Similitudes muchas. Diferencias varias.
Michael Jordan ganó sus 6 títulos de Campeón de la NBA como líder indiscutible de un grandísimo equipo. Rodeado de estrellas como Pippen, Rodman, Kukoc, Grant,… pero líder indiscutible de los Bulls. 6 títulos, 6 MVP de las finales.
Kobe Bryant lleva hasta el momento 5 anillos de Campeón de la NBA, pero es por todos sabido que en sus 3 primeros títulos no era Kobe la estrella de los Lakers. El gran Shaquille O´neal era el líder de ese equipo, el que marcaba la diferencia. 5 títulos, 2 MVP de las finales.
Michael Jordan ganó sus 6 títulos de Campeón de la NBA como líder indiscutible de un grandísimo equipo. Rodeado de estrellas como Pippen, Rodman, Kukoc, Grant,… pero líder indiscutible de los Bulls. 6 títulos, 6 MVP de las finales.
Kobe Bryant lleva hasta el momento 5 anillos de Campeón de la NBA, pero es por todos sabido que en sus 3 primeros títulos no era Kobe la estrella de los Lakers. El gran Shaquille O´neal era el líder de ese equipo, el que marcaba la diferencia. 5 títulos, 2 MVP de las finales.
Analizando de forma fría estadísticas y logros de uno y otro nos podemos aproximar al veredicto más justo posible.
Michael Jordan y Kobe Bryant son, quizás, los dos mejores ‘guards’ que ha visto la NBA, dos jugadores que han dominado sus respectivas épocas (que, evidentemente, son distintas) y a los que es inevitable comparar porque coinciden en cuanto a deporte, a posición sobre la cancha e incluso a entrenador con el que triunfaron. La mejor manera de valorarles, alejándose de filias y fobias personales, es acudiendo al puro análisis estadístico del rendimiento de uno y otro, así como de los méritos alcanzados, tanto de forma individual como colectiva, aunque es evidente que hasta que Kobe no cuelgue las zapatillas, cualquier comparación estará incompleta. En el cara a cara, Michael Jordan aplasta a su ‘sucesor’, le gana en prácticamente todos los aspectos estadísticos, tanto tanto ofensivos como defensivos. ‘MJ’ fue mejor anotador, reboteador, pasador, ‘ladrón’, taponador y sus porcentajes de tiros de campo son superiores (los de triples y libres favorecen a Kobe). A la hora de equiparar sus respectivos palmareses, Jordan vuelve a triunfar. Primero, porque ha logrado ganar un título de campeón de la NBA más que Bryant, posee cinco MVP’s por uno de Kobe, más MVP’s de las Finales (seis contra dos), más selecciones para el ‘All-Star’, un premio al Mejor Defensor de la temporada en 1988 y dos medallas de oro olímpicas (por una de Bryant).
MIKE ES EL REY
Más argumentos que juegan a favor del legendario dorsal 23; ganó todas y cada una de las seis Finales que disputó en la NBA (Bryant las ha perdido en dos ocasiones) y logró el MVP de las mismas en todas ellas, metió la mayoría de los lanzamientos decisivos en aquellos encuentros cruciales, su porcentaje de tiros de campo rondó toda su carrera un escalofriante 50%, marca espectacular para tratarse de un jugador exterior (Kobe está en torno al 45%, que tampoco está mal), nunca tuvo a su lado a un jugador tan definitivo como Shaquille O’Neal y fue capaz de levantar a los Bulls siendo la piedra angular del proyecto desde su temporada de debut. Fue capaz de doblegar a equipos como los Lakers de Magic, los mejores Pistons de la historia o los Jazz de Malone y Stockton, que parecen rivales superiores a los que se ha encontrado en el camino hacia sus cinco títulos Kobe (si exceptuamos a los Celtics). Casi todos los números están del lado de Jordan, que también ha labrado una sensación unánime de superioridad, algo que Bryant no ha conseguido hasta la recta final de su carrera, ganando 2 MVP.
Más argumentos que juegan a favor del legendario dorsal 23; ganó todas y cada una de las seis Finales que disputó en la NBA (Bryant las ha perdido en dos ocasiones) y logró el MVP de las mismas en todas ellas, metió la mayoría de los lanzamientos decisivos en aquellos encuentros cruciales, su porcentaje de tiros de campo rondó toda su carrera un escalofriante 50%, marca espectacular para tratarse de un jugador exterior (Kobe está en torno al 45%, que tampoco está mal), nunca tuvo a su lado a un jugador tan definitivo como Shaquille O’Neal y fue capaz de levantar a los Bulls siendo la piedra angular del proyecto desde su temporada de debut. Fue capaz de doblegar a equipos como los Lakers de Magic, los mejores Pistons de la historia o los Jazz de Malone y Stockton, que parecen rivales superiores a los que se ha encontrado en el camino hacia sus cinco títulos Kobe (si exceptuamos a los Celtics). Casi todos los números están del lado de Jordan, que también ha labrado una sensación unánime de superioridad, algo que Bryant no ha conseguido hasta la recta final de su carrera, ganando 2 MVP.
EN DEFENSA DE BRYANT
Aunque volvamos a incidir en que la carrera de Kobe no ha terminado todavía para apuntar que está en disposición de superar algunas de las marcas de ‘His Airness’, como la de anillos conseguidos o la de selecciones para el ‘All-Star’, hay más argumentos válidos para los abogados defensores de Bryant en este ‘juicio’. Por ejemplo, que si sigue a un nivel similar al de los últimos años, el de Philadelphia podría convertirse en el máximo anotador de todos los tiempos en la NBA (superando a Kareem Abdul-Jabbar), que llegó más joven y menos formado a la Liga, que el nivel de exigencia de los Lakers es superior al que tuvo Jordan en los Bulls, que ya es el mejor de todos los tiempos de una de las dos mejores franquicias de la Liga en términos históricos, que ha batido todos los récords de precocidad (que a su vez LeBron le ha ido arrebatando a él posteriormente) y que ya ha encestado más canastas que decidían un partido de las que ‘MJ’ acumuló en toda su carrera. Además, no hay que olvidar que a los 31 años, Jordan ‘sólo’ tenía tres anillos de campeón, y que el actual grupo que rodea a ‘the black mamba’ parece estar en una inmejorable situación para instaurar una dinastía victoriosa que haga palidecer a la de los ‘mágicos 90’ de Chicago.
Aunque volvamos a incidir en que la carrera de Kobe no ha terminado todavía para apuntar que está en disposición de superar algunas de las marcas de ‘His Airness’, como la de anillos conseguidos o la de selecciones para el ‘All-Star’, hay más argumentos válidos para los abogados defensores de Bryant en este ‘juicio’. Por ejemplo, que si sigue a un nivel similar al de los últimos años, el de Philadelphia podría convertirse en el máximo anotador de todos los tiempos en la NBA (superando a Kareem Abdul-Jabbar), que llegó más joven y menos formado a la Liga, que el nivel de exigencia de los Lakers es superior al que tuvo Jordan en los Bulls, que ya es el mejor de todos los tiempos de una de las dos mejores franquicias de la Liga en términos históricos, que ha batido todos los récords de precocidad (que a su vez LeBron le ha ido arrebatando a él posteriormente) y que ya ha encestado más canastas que decidían un partido de las que ‘MJ’ acumuló en toda su carrera. Además, no hay que olvidar que a los 31 años, Jordan ‘sólo’ tenía tres anillos de campeón, y que el actual grupo que rodea a ‘the black mamba’ parece estar en una inmejorable situación para instaurar una dinastía victoriosa que haga palidecer a la de los ‘mágicos 90’ de Chicago.