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lunes, 25 de junio de 2012

LeBron entra a la casa de la grandeza

Tim Duncan fue profético en 2007. Todavía sudado y con el trofeo Larry O’Brien sostenido en sus manos, el laureado ala pivot  de los Spurs de San Antonio le dijo a alguien: “Algún día la liga te pertenecerá”.Ese que escuchó a Duncan en aquel momento era LeBron James, quien con 22 años ya probaba el amargo sabor de una barrida en la final de ese año jugando para los Cavaliers de Cleveland, la franquicia que le escogió como primera selección en el sorteo de novatos de 2003.

Lebron tardó cinco años en hacerle honor a esas palabras y ocho temporadas después,  ya tiene, entre otras cosas, un campeonato y tres premios al Jugador Más Valioso.

Desde la escena de Duncan y LeBron  sucedieron cosas quizás jamás pensadas, como la salida de James de los Cavaliers en 2010 y todo lo negativo que esa decisión, como aluvión, acarreó consigo.

Fue claramente atacado por todos los costados (fanáticos, ejecutivos, coaches, jugadores) y cuando se cansaba de recibir flechas envenenadas respondía y empeoraba las cosas, como esa vez, cuando como un miembro de los Heat de Miami falló en conseguir su primer título en las finales de la estación pasada ante los Mavericks de Dallas y pronunció unas palabras en contra de los fánaticos que reflejaron toda su amargura.

Es que en el verano de 2010 Miami había formado su “Gran Trío”, con LeBron, Chris Bosh y Dwayne Wade, quien ya había probado las mieles de una corona en la estación de 2005-06, y todos se cifraron grandes esperanzas.

No salió bien la primera vez, pero en esta ocasión LeBron y sus Heat llegaron a la final y no defraudaron al sacar de la cancha al favorito Thunder de Oklahoma, que nunca se vio como la amenaza que fue en la anterior contienda regular y en toda la postemporada.

Oklahoma sencillamente no pudo con LeBron, quien finalmente entró al círculo de los grandes de siempre y, mejor aún, es dueño de un futuro prominente con tan solo 27 años. 

“Acabo de pellizcarme”, escribió James en su cuenta de Twitter “Soy campeón, soy campeón”, agregó. El nativo de Akron, Ohio, fue declarado a unanimidad el MVP de la final después de liderar a sus Heat en las categorías más importantes: puntos, rebotes y asistencias. Solo Magic Johnson (1987) y Duncan (2003) habían realizado esa proeza. Semanas atrás él también fue recipiente de esa distinción en la temporada regular, algo que le convirtió en el primer jugador, que en los últimos nueve años recoge ambos honores en una misma temporada. Duncan fue el último en lograrlo en la contienda regular de 2002-03.

James terminó los playoffs con 30,5 puntos, 9,7 rebotes, 5,3 asistencias y  un 50,1% en tiros de campo, una actuación que le reúne con la crema y nata de la NBA. Su anillo de campeón parece ser el primero de muchos, sobre todo si se mantiene en Miami, donde los tres jugadores de mayor importancia están firmados a largo plazo.

Mostró madurez

James también demostró cierta madurez y fue visiblemente otro jugador desde que se vio amenazado por los Celtics de Boston, quienes pusieron a los Heat al borde de la eliminación (3-2) en la final de la Conferencia Este hasta que LeBron apareció con aquella mirada asesina y con el ceño fruncido una y otra vez.

Desde entonces fue otro jugador, que supo responder durante los 48 minutos de los encuentros, nada mal para un hombre que fue agriamente criticado por su incapacidad de responder en los momentos apremiantes del último cuarto. Su juego fue imparable y sus penetraciones marcaron la pauta en la ofensiva repartida de los Heat y ni hablar del gran desprendimiento cuando de pasar el balón se trataba, tanto que hasta el emblemático exdirigente Phil Jackson reconoció esa gran capacidad del corpulento jugador. Pero si bien James amenaza con instaurar una monarquía en el sur de la Florida, parece claro también que tendrá que luchar con Kevin Durant y sus jóvenes Thunder, que conservan todo el potencial  por regresar a la final en la próxima campaña.

Michael Jordan, para muchos el mejor jugador que haya tenido el baloncesto,  ganó el primero de seis anillos a los 27 años, la misma edad que LeBron.  Quizás eso diga algo, quizas James ya lo sabe.
Un visionario ilustre vuelve a hacerlo
Pat Riley, el presidente de los Heat, entró en un grupo élite de figuras de la liga que han ganado como dirigentes y como altos ejecutivos. Riley ganó cuatro anillos como coach de los Lakers y otro en ese mismo rol con los Heat (2005-06).

La leyenda urbana dice que esos anillos fueron la razón que motivaron a James a firmar con los Heat en 2010. Red Auerbach es el otro que ha ganado en ambas funciones. Jerry West, Danny Ainge, Joe Dumars ganaron como jugadores y como ejecutivos.
LOS EXPERTOS
Frank Prats
Exjugador dominicano
“LeBron logró en esta temporada solidificar lo que todo el mundo ya sabía, que es el jugador más completo de la liga. Es el jugador que domina el partido, que pone a producir a sus compañeros y por eso le otorgaron el título de Jugador Más Valioso”.
Vinicio Múñoz
Exjugador dominicano
“Todavía LeBron debe demostrar un poco más. Hay personas que quieren quitarle mérito a su carrera, que lo quieren detractar. Aunque rompió varios récords e hizo de todo, entiendo que aún le falta más. En el baloncesto, lo que haces en un día, al día siguiente se olvida”.



RD gana oro en el Centrobasket 2012


 El equipo dominicano celebra la obtención de la medalla de oro en el Centrobasket
 
SAN JUAN -- La selección de República Dominicana se proclamó el domingo campeona y ganó la medalla de oro del torneo Centrobasket 2012 al vencer a domicilio por 72-80 al combinado nacional local de Puerto Rico y vengarse de la derrota sufrida en la edición del año pasado.
Frente a más de 10.000 personas que se dieron cita en el Coliseo de Puerto Rico José M. Agrelot, la escuadra dominicana, que dirige el entrenador estadounidense John Calipari, campeón nacional del baloncesto universitario con los Wildcats de Kentucky, confirmó ser la selección más completa del torneo.
También mostró, al concluir invicta en el Centrobasket, que se presenta como una de las selecciones más fuertes que van a disputar los tres pases que faltan por definir para Londres 2012 en el venidero torneo de repesca olímpico que se disputará en Caracas.
Desde la primera canasta que anotó el combinado quisqueyano, un triple de Juan Coronado, quedó patente que el partido iba a ser intenso e igualado.
Los dominicanos iniciaron con dominio un parcial de 13-14, pero los puertorriqueños anotaron ocho puntos seguidos y concluyeron el primer cuarto arriba (21-14).
A pesar de la reacción de Puerto Rico, Calipari descubrió que la mejor manera de irse al frente en el marcador, era tomar ventaja de la debilidad de la defensa que presentaban los hombres altos del combinado boricua y ahí estuvo una de las claves del triunfo.
El jugador que utilizó Calipari que hiciese la labor de acoso y derribo a la defensa de Puerto Rico fue el veterano ala-pívot Yack Michael Martínez, que en el segundo cuarto consiguió 11 puntos de los 13 tantos con que concluyó la primera parte.
Puerto Rico estaba arriba en el marcador con parcial de 27-17, pero el escolta-alero estelar de República Dominicana, Francisco García, que milita con los Sacramento Kings, y Martínez aportaron una combinación de ocho puntos seguidos que cambió la historia del marcador (27-28) y del partido.
República Dominicana comenzó a buscar siempre a sus hombres altos en las acciones ofensivas que terminaban en canastas o en faltas personales, que les permitía conseguir puntos con tiros libres.
De esta manera, Martínez anotó un par de tiros libres y el escolta Elpidio Fortuna acertó un triple, que permitieron a República Dominicana ampliar su ventaja a ocho puntos (31-40).
Sin embargo, Puerto Rico intentó reaccionar y lo hizo con el base José Juan Barea, el base de los Minnesota Timberwolves, que anotó un triple y puso un parcial de 35-40 al irse al descanso, lo que le dejó como el mejor jugador de la ofensiva de los boricuas.
La reacción de Puerto Rico se mantuvo en el tercer cuarto y un par de canastas del alero Ricky Sánchez empató a 40-40 el marcador.
A partir de ese momento, ambas selecciones entraron en una igualdad permanente que no les permitía conseguir la ventaja decisiva que buscaban y asegurar la victoria.
República Dominicana volvió a ponerse por delante en el marcador con parcial de 54-58 al concluir el tercer periodo después que Fortuna anotó tres puntos consecutivos.
De esta manera se llegó al cuarto y decisivo periodo en el que Puerto Rico lo inició también con reacción y racha de 6-0, incluida canasta del escolta titular David Huertas, que colocó al combinado nacional arriba en el marcador (65-64).
Ambos equipos intercambiaron ventajas después que República Dominicana consiguió dos tiros de personal (65-66) y el veterano pívot boricua Daniel Santiago respondió de la misma manera (67-66), que sería la última de Puerto Rico.
Los jugadores dominicanos dirigidos por Calipari se convencieron que podían ganar el partido y respondieron con racha de 7-1 y a falta de menos de tres minutos para concluir el partido pusieron el marcador parcial de 67-74, que sería definitivo con la ventaja que mantendrían hasta el final.
Martínez se convirtió en el líder de la selección de República Dominicana al conseguir un doble-doble de 23 puntos y 11 rebotes, mientras que Juan Coronado llegó a los 17 tantos y también capturó nueve balones bajo los aros.
Barea concluyó el partido como líder de la selección de Puerto Rico al encestar 18 puntos, Santiago llegó a los 16 antes de abandonar el partido, eliminado por faltas personales, Sánchez aportó 15 tantos y Huertas logró 13 anotaciones, que no fueron suficientes a la hora de evitar la derrota.
Puerto Rico, que buscaba conseguir el tercer título consecutivo en el Centrobasket, perdió el único partido frente a República Dominicana.
Antes del partido por la medalla de oro, Jamaica se impuso por 78-54 a la de Panamá y logró la de bronce, siendo la primera que consigue en el torneo y competiciones internacionales.

viernes, 22 de junio de 2012

Durant se mostró decepcionado


Kevin Durant
 
MIAMI -- El alero Kevin Durant, la gran estrella de Oklahoma City Thunder, no pudo ocultar su decepción y frustración tras perder el quinto partido de las Finales de la NBA ante Miami Heat por 121-106 y quedarse sin el título de campeones.
"La verdad que duele mucho la manera como hemos perdido", dijo Durant, que volvió a ser el mejor de su equipo al conseguir un doble-doble de 32 puntos y 11 rebotes. "Todos somos como hermanos dentro del equipo y duele de verdad ver como hemos perdido".
Durant reconoció que tal vez el equipo se sintió demasiado confiado después de haber llegado a las Finales tras eliminar a un equipo como los San Antonio Spurs, que eran los grandes favoritos.
"Conseguimos el sueño de estar en las Finales, algo que era único para todos nosotros, pero no deseamos llegar a las mismas para luego perder de esta manera", destacó Durant. "Desafortunadamente perdimos y es difícil de asimilar".
Durant reconoció que el Heat como equipo y su amigo LeBron James habían realizado un gran básquetbol durante toda la serie y se merecieron el título.
"Ellos fueron al final mejores que nosotros y debemos felicitarles porque se merecieron ganar", señaló Durant. "Debemos aprender de la experiencia y pensar de cara al futuro para hacer mejor las cosas".
Durant reiteró que antes del quinto partido tenían la esperanza que podían forzar el sexto, pero el Heat tuvo un gran acierto encestador y además surgió la figura del escolta reserva Mike Miller que les dio una ayuda excepcional.
"James jugó muy bien como todo el equipo del Heat, pero el que más daño nos hizo fue Miller con sus triples", valoró Durant. "Ahora ya debemos pensar en descansar y sentirnos satisfechos que logramos ya estar en las Finales, el próximo paso será ganarlas".

LeBron es el MVP de Finales


LeBron JamesMIAMI -- El alero LeBron James logró su gran sueño de proclamarse campeón de liga como único líder de Miami Heat después de vencer por 121-106 a los Oklahoma City Thunder en el quinto partido de las Finales de la NBA que ganaron por 4-1.
Su gran actuación individual le supuso alcanzar el premio Bill Russell de Jugador Más Valioso (MVP) de las Finales, el primero que consigue como profesional después de haber disputado tres Finales de la NBA.
James, de 27 años, ya tenía en su poder tres premios de MVP de la liga, incluido el de esta temporada, pero su gran sueño era el título de liga y mostrarse de nuevo líder indiscutible como hizo con los Cleveland Cavaliers, a los que no los que no les pudo dar un título de campeones, pero sí los llevo a las Finales.
El alero estrella del Heat, que llegó al equipo del Sur de la Florida para unirse al escolta Dwyane Wade y al ala-pivote Chris Bosh y formar el Big Three, cumplió su gran sueño de lograr el título que tanto deseaba y demostrar que acertó con la decisión que tomó y por la que fue duramente criticado.
"Lo que he logrado esta noche significa todo para mí, es ver cumplido el sueño y además comprobar que cuando tomé la difícil decisión de dejar a los Cavaliers lo hacía por una razón superior, porque llegaba a una organización que podía darme la opción de ser campeón", declaró James. "Han sido dos años muy duros pero mereció la pena el esfuerzo".
James reiteró que después de la frustración sufrida en las pasadas Finales que perdieron ante los Dallas Mavericks y de haber asimilado todas las críticas que recibió, se hizo mejor jugador y entendió todas las cosas que debía cambiar para mejorar.
"Tuve paciencia, confié en mí mismo y en mis compañeros, volví a los principios para ser mejor dentro y fuera del campo", destacó James. "Luego el equipo respondió e hicimos todas las cosas necesarias para ser campeones, que era nuestra gran meta desde que nos unimos".
James, que le ganó el duelo individual al alero Kevin Durant, la figura del Thunder, volvió a liderar al Heat con una gran actuación individual de un triple doble.
El "King" consiguió 26 puntos (9-19, 0-3, 8-9), 13 asistencias, 11 rebotes y puso dos tapones en los 44 minutos que jugó.
"Es la compensación a un gran reto y muchos sacrificios de todo el equipo", comentó al llevarse el premio de Bill Russell de MVP, mientras en el American Airlines Arena, de Miami, los aficionados coreaban su nombre.
El nuevo MVP de las Finales de la NBA concluyó la serie de cinco partidos con unos promedios de 28,6 puntos; 10,2 rebotes y 7,4 asistencias.

James: "Es el día más feliz de mi vida"



LeBron James  
MIAMI -- El alero LeBron James, proclamado como nuevo campeón de la NBA junto a su equipo de Miami Heat tras vencer a Oklahoma City Thunder por 121-106 en el quinto partido de las Finales, dijo que no podía describir lo que sentía.

"Lo único que puedo decir es que es el día más feliz de mi vida", declaró James al presentarse ante los periodistas después de haber concluido el partido y toda la celebración especial al ser también nombrado Jugador Más Valioso (MVP) de las Finales. "Es un sueño hecho realidad".

James, de 27 años, que logró un triple-doble de 26 puntos, 13 asistencias, 11 rebotes y dos tapones, quinto jugador desde 1985 que lo logra en el partido decisivo, reconoció que el título era la culminación de un sueño, en todos los sentidos.

"Esto significa todo para mí", reiteró James. "Tomé una decisión difícil al marcharme de Cleveland, pero entendía cuál era mi futuro... Sabía que tendría un futuro brillante. Este es un sueño convertido en realidad. Definitivamente todo ha dado frutos".

No había sonreído en todos los playoffs, pero antes que concluyese el partido, mientras los aficionados que llenaban el American Airlines Arena, de Miami, coreaban su nombre como MVP, James comenzó a sonreír con una felicidad especial.

"Lo reconozco ha sido algo único, detrás quedaba todo lo mal que lo pase el año anterior cuando jugué con mucho odio", destaco James. "Esta temporada lo hice con pasión, humildad y amor al deporte".

James dijo que había aceptado la presión porque tenía confianza en si mismo y en sus compañeros, sin importarle lo que dijesen del él y de su juego.

"Tal vez alguna cosa de mi decisión al dejar Cleveland no fuese la mejor, pero me ha dolido muchísimo que me llamasen egoísta, algo que jamás he sido, siempre pienso en los demás y en el equipo por encima de todo", señaló James. "No tengo porqué hablar de lo que hago fuera del campo, pero para mis las personas son muy importantes".

James dijo que lo habían llamado de todo, lo habían crucificado, como si hubiese cometido un crimen, pero lo único que deseaba era demostrarle a todos los que le habían criticado que estaban equivocados.

"Mostré cierta inmadurez y en la Finales del año pasado no respondí en los momentos decisivos, pero la experiencia y el haber perdido el título me puso en mi sitio" admitió James. "Tomé una decisión difícil al irme de Cleveland, pero sabía que teníamos un gran futuro en Miami".

James dijo que todo el equipo había realizado un esfuerzo excepcional durante la competición de la fase final, en la que estuvieron al borde del abismo de la eliminación, como les sucedió con las series que disputaron ante los
Indiana Pacers y especialmente las finales de la Conferencia Este frente a los Boston Celtics.

"Tengo que reconocer que el esfuerzo que hice en el sexto partido que ganamos en Boston fue el mayor que he realizado como profesional", recordó James, que al concluirlo había anotado 45 puntos empató la eliminatoria a 3-3 y forzó el séptimo y definitivo. "Ha sido un recorrido increíble".
James alabó el trabajo de todos los compañeros, pero en especial a jugadores como
Mike Miller, Shane Battier y Mario Chalmers, que surgieron en los momentos claves para darles a los "Big Three" la ayuda que necesitaban.
"Sin ellos tampoco podríamos estar celebrando este título de campeones, su aportación fue decisiva y clave", reconoció James, que concluyó la serie con promedios de 28,6 puntos; 10,2 rebotes y 7,4 asistencias. "Lo más hermoso es que al final todo el esfuerzo que hicimos tuvo la recompensa del título que deseábamos conseguir".

 

Un solo equipo en la cancha, Heat Campeones 2012

El Heat dominó el quinto juego y se coronó merecidamente en la NBA


Mike Miller
Mike Miller fue instrumental en el Quinto Juego de las Finales al encestar 7 triples

MIAMI -- El Heat sabía que tenían que tratar este encuentro como un séptimo partido.
No quería abrirle ni la más remota puerta al Thunder. No querían volver a Oklahoma City, donde reside uno de los estadios más ruidosos de la liga.
Y desde el inició eso se notó. Miami salió con una intensidad espectacular, y arrolló al Thunder de entrada. La fórmula fue la misma de los partidos anteriores.
El Heat atacó la pintura sin cesar, y cuando eso sucede, son un equipo muy difícil de vencer.
De hecho en ese primer cuarto encestaron seis de sus ocho lanzamientos en la pintura, mientras que Oklahoma apenas acertó 4 de 12.
De entrada dictó el ritmo del juego, y a base de la agresividad y la defensiva que los caracteriza, el Heat nunca volvió a mirar hacia atrás.
El público jugó su partido también.
Estuve aquí en Miami en el 2006, aunque es cierto que la serie se definió en Dallas en ese entonces, pero nunca escuché a la afición tan ruidosa como hoy.
Fue un toma y dame de energía con los jugadores, y el resultado se vio en la cancha.
De hecho, Miami se encontró arriba por 10 puntos al entretiempo, y parecía que el Thunder la estaba sacando barata.
La única razón por la cual aún estaban en carrera es porque encestaron 17 de 18 libres en esa primera mitad. Se esperaba un último golpe del Thunder, y llegó en el inicio de ese tercer cuarto, cuando Oklahoma City redujo la ventaja a cinco.
No obstante, cada vez que el Thunder parecía acercarse, el Heat encestaba un triple desmoralizante.
Miami estuvo al rojo vivo desde la línea de tres; encestaron 14 de 26 triples igualando así un récord de Finales de la NBA.
En el tercer cuarto el Heat simplemente selló el pleito con una defensiva brillante y una puntería digna de francotirador.
En consecuencia, el último cuarto estuvo de más, y Miami se dio el gusto de festejar la fiesta mientras se enfriaba el champagne en la nevera.
ESFUERZO EN EQUIPO
Mucho se ha hablado acerca la poca profundidad de este equipo del Heat, y esa premisa demostró ser más falsa que nunca en estas Finales.
Seis jugadores del Heat anotaron en dobles dígitos, incluyendo cuatro con más de 20 puntos.
Claro está que los actores de reparto no eran lo mismo del año pasado, y la diferencia se sintió en grande.
Especialmente cuando se trata de Shane Battier, que fue fundamental en este campeonato.
Battier no estuvo muy preciso desde el perímetro durante la temporada regular, pero se guardó lo mejor para el final.
Estuvo al rojo vivo en la serie final, y en todo momento exhibió su presencia defensiva que contagió al Heat en los momentos más complicados.
Y qué decir de Mike Miller, a quién el entrenador Erik Spoelstra planeaba colocar en cancha "tres o cuatro minutos" debido a su lesión de espalda.
No obstante, Dwyane Wade se metió en problemas de faltas y el entrenador del Heat se vio obligado a improvisar. El resultado fue Miller encestando siete de ocho triples, en lo que podría ser su último partido.
"Simplemente soy un agradecido de que no me pusieron a dormir", dijo utilizando una metáfora Miller. "Había decidido no ir más al médico, pero está claro que ahora tendré que ir y tomar la decisión más inteligente para mí y mi familia".
Si en efecto es su último juego, pudo haberse ido por la puerta grande.
Otro que posiblemente se retire es James Jones, quien a pesar de que es relativamente joven, tiene "una vida planeada post baloncesto".
Jones también aportó su puntería y sorprendió con su actividad en los tableros.
Udonis Haslem, como siempre, fue un guerrero en el tabloncillo y el novato Norris Cole demostró que no le queda grande el escenario de las Finales.
Mario Chalmers también fue fundamental en esas finales, sobre todo con su gran actuación en el cuarto partido. Chalmers es un jugador frustrante porque alterna buenas con malas, pero su mayor virtud es que no tiene miedo de nada.
"Mario genuinamente piensa que es mejor que LeBron y yo", declaró un sonriente Wade. "Esa es su bendición y su maldición".
Lo cierto es que no es la primera vez que aparece en todo su esplendor en los momentos más importantes, y es jugador que tien dos títulos a nivel secundario, uno a nivel universitario y otro ahora a nivel NBA.
En otras palabras, el año pasado Miami fue una suma de individualidades, pero este año fue un verdadero equipo.
LOS TRES GRANDES
Hablando de montañas rusas emocionales, Chris Bosh pasó de esperanza, a villano a héroe.
Durante su ausencia por lesión en estos playoffs, se convirtió en "el jugador más importante del equipo" en las palabras de Spoelstra.
Miami no tiene peso en la pintura sin su presencia, y a la vez los hombres grandes rivales se estacan en la pintura sin una verdadera amenaza desde el perímetro como lo es Bosh.
LeBron James y Dwyane Wade se llevan merecidamente todas las luces, pero Bosh probó que pertenece en el grupo de los "Tres Grandes".
No sólo con su buen cierre de serie ante Boston, sino también con su esfuerzo en estas Finales.
Mucho se criticó a Bosh por no atacar los rebotes como lo hacía cuando estaba con Toronto, pero eso cambió drásticamente en las Finales en las que prácticamente promedió dobles dígitos en los tableros.
"Quería hacer todo lo que fuese necesario para ser campeón", enfatizó Bosh. "Me pidieron que altere varias cosas en mi juego, pero en todo momento creí en este grupo, y cuando me pidieron que haga las de centro, lo hice con gusto".
Allí se vio a un Bosh agresivo que se despachó con 24 puntos y siete rebotes en el quinto juego, pero que fue la fuente de energía de este conjunto.
Tuvo un par de tapas importantes, se lanzó constantemente al piso en busca de pelotas divididas y se deshizo del rótulo de "suave" con una gran serie.
LA REDENCIÓN DE SPOELSTRA
Otro que estuvo bajo la lupa durante los últimos dos años fue Erik Spoelstra.
Siendo sincero, el entrenador estaba en una situación imposible. Si el Heat ganaba el título, sería porque era lo que debían hacer, mientras que si lo perdían, significaría la cabeza de Spoelstra.
Sin embargo, Spoelstra nunca perdió la compostura, y hoy al igual que James, puede respirar aliviado.
En primer lugar porque se quedará con su trabajo, y en segunda instancia, porque luego de perder la pulseada ante Rick Carlisle el año pasado, esta vez tocó todos los botones indicados.
Decidió ir con una rotación más profunda, y los actores de reparto le funcionaron a la perfección.
Le dio lugar a Cole, quien no venía jugando mucho, y éste le dio el necesitado impulso al equipo. Tuvo paciencia con Chalmers y los resultados están a la vista. Movió a Bosh a la posición de centro, y el "grandote" no se achicó.
Y como esas apuestas, hubo muchas más, y la mayoría le salieron bien a Spoelstra durante estas Finales.
Tan bien le salieron las cosas, que hasta se dio el lujo de poder darle minutos a Juwan Howard, quien ganó su primer título tras 18 temporadas en la NBA.
"Me salieron muchas canas y tuve mucha más presión", admitió Spoelstra. "Pero hoy todo eso valió la pena".
A fin de cuentas, el Miami Heat se basó en la unidad, su talento y su intensa defensiva para alzarse con el segundo título en la historia de la franquicia.
South Beach está de fiesta.

Por Sebastián Martínez Christensen
ESPNdeportes.com


martes, 12 de junio de 2012

El número uno, pero...

¿Podrá LeBron romper la sequía en estas Finales contra el Thunder? Es la gran pregunta
Existe una lista de jugadores estelares que no han podido abrazarse jamás a un trofeo de campeonato. Se trata del destino, decían los griegos. Como una especie de maldición del Rey Midas, todo lo que tocan es oro pero al final del camino parece transformarse en barro. Y eso no tiene nada que ver con la conducta de una estrella en particular. Es el libre albedrío de las cosas: el lugar o el momento equivocado, los problemas de último momento, los oponentes que logran resolver mejor en situaciones de máximo compromiso.
De todos modos, como decía Albert Einstein intentando descartar toda idea de azar en el mundo, "El universo no juega a los dados con nosotros". Por lo tanto, todo resultado tiene su historia. El propósito de esta entrega es analizar caso por caso las experiencias fallidas para comprender lo que puede suceder después.

LeBron James, tres MVP's ganados, ningún campeonato
"The King", "King James" y "El elegido" son algunos de los apodos que ha recibido a lo largo de su carrera. Y no han sido más que estampillas de presión para un jugador extraordinario que acumula responsabilidades a diario y que luego, por momentos, se ve abrumado por el tamaño de sus propias decisiones.
James es un caso absurdo en esta lista. Tres premios MVP's ganados en 2009, 2010 y 2012 y ningún campeonato. ¿Cómo puede ser posible siendo dominador de todos los rubros estadísticos en la NBA? Cuando se alinearon los astros en Miami (LeBron, Chris Bosh, Dwyane Wade) todo parecía listo para romper la sequía. Pero no pudo ser porque se cruzaron los Dallas Mavericks en la carretera del éxito. Veamos qué sucedió con James y los años de sus premios MVP's para quedar fuera del premio máximo:
Temporada 2009-10:James recibió el premio de mejor jugador de la temporada regular el 4 de mayo. Se convirtió en el primero en lograrlo en la historia de los Cavaliers. Barrieron a los Detroit Pistons 4-0 en primera ronda de playoffs pero luego se midieron con Orlando Magic y vieron su punto final en la eliminatoria, al caer 4-2. Luego de la derrota, James se fue de la cancha sin saludar a sus rivales, un comportamiento que dejó mucho que desear en ese entonces.
Temporada 2010-11: el verano de 2010 fue, quizás, el de mayor exposición mediática de la historia de la Liga. James era agente libre y la chance de abandonar los Cavaliers era sólida. Lo buscaban los Chicago Bulls, New York Knicks, pero terminó firmando con Miami Heat para unirse a sus amigos Wade y Bosh. Lo hizo en un especial de ESPN llamado 'La Decisión' que terminó convirtiendo a Dan Gilbert, dueño de los Cavaliers, en un manojo de nervios. Y llevando a los fanáticos de Cleveland a quemar camisetas con su apellido grabado. En la presentación del flamante Big Three, James prometió múltiples campeonatos. Otro error más, porque sólo sumó más presión a su desdicha. En playoffs, vencieron fácil a Philadelphia 76ers, y también pudieron luego con Boston Celtics, equipo que tenía a Rajon Rondo, Shaquille O'Neal y Kevin Garnett entre algodones, en semifinales de conferencia. En las Finales del Este derrotaron a los Chicago Bulls, y cuando todo parecía destinado al título que se le negaba a LeBron desde 2007, Dirk Nowitzki y sus Mavericks aparecieron en el frente y mostraron que eran el mejor equipo de la competencia. Básquetbol de equipo por encima de acumulación de estrellas: una explicación de cómo se entiende la NBA en estos momentos.
Nota: su tercer premio fue en 2012 y la temporada está en curso. El Heat se prepara para enfrentar al Thunder en las Finales.

Karl Malone, dos MVP's ganados, ningún campeonato
'The Mailman' o 'El Cartero' llamó dos veces en la NBA, pero en ninguna tuvo la suerte de quedarse con un campeonato. Lamentablemente para él, John Stockton y el resto de Utah Jazz, existió un jugador contemporáneo a ellos llamado Michael Jordan. Siempre hay alguien mejor a la vuelta de la esquina.
Temporada 1996-97: en esta temporada, que significó el primer MVP de Malone en su carrera, el Jazz era el mejor equipo del Oeste. Barrió a los Clippers en primera ronda de playoffs, luego derrotó a Los Angeles Lakers y supo como vencer en seis juegos a los complicados Houston Rockets de Hakeem Olajuwon, Charles Barkley y Clyde Drexler. Pero claro, por el lado de la Conferencia Oeste corría el río rojo de los Chicago Bulls. Con MJ, todo era más fácil para el equipo de Phil Jackson, que ganó los primeros dos juegos en el United Center, luego perdió dos en el Delta Center y terminó ganando los dos en casa, para empujar a Malone a su primera frustración tras ser el mejor de la temporada.
Temporada 1998-99: Luego de perder el MVP de 1998 a manos de Jordan, Malone supo imponer su juego para dominar la serie regular en la acortada temporada del primer gran lockout de la Liga. Utah llegó a la postemporada con récord de 37-13, y parecía que podía dar un salto al frente, pero curiosamente cayó ante Portland Trail Blazers en segunda ronda. Tan grande fue la frustración de 'El Cartero' que decidió irse a los Lakers en busca de un campeonato en 2004, pero los Detroit Pistons lo privaron del sueño al ganar las Finales en cinco juegos. Todo terminó en anhelo para Malone.

Steve Nash, dos MVP's ganados, ningún campeonato
Nacido en Sudáfrica, pero canadiense por adopción, Nash es uno de los jugadores más respetados por los rivales y más queridos por el público en general. Pocas personas no le desearían el éxito absoluto a este jugador, pero la realidad es que tras dos premios MVP's ganados de manera consecutiva, el sueño de campeonato jamás se cristalizó. Veamos lo que sucedió en ambas temporadas.
Temporada 2004-05: Nash dio el campanazo de esta elección tras imponerse por encima de Shaquille O'Neal en la votación final. Junto a Magic Johnson y Bob Cousy, se colocó en la lista de armadores que ganaron el premio al mejor jugador. Luego llegaría Derrick Rose a ese apartado. Además, fue el primer canadiense en lograr algo semejante. En playoffs, los rápidos y furiosos Phoenix Suns aplastaron a los Memphis Grizzlies en primera ronda, se impusieron a los Dallas Mavericks en seis juegos en Semifinales de Conferencia y luego llegó el turno de la frustración: cayeron ante San Antonio Spurs en cinco partidos, en el comienzo de una rivalidad del Oeste que luego los tendría mano a mano en múltiples oportunidades.
Temporada 2005-06: Se esperaba menos de los Suns, pero fue Nash el que mantuvo ese ritmo enloquecedor para llevar a Phoenix a ser el equipo más anotador de la NBA. Ocultó en el fondo del placard, gracias a su increíble talento, la lesión de Amare Stoudemire, que lo tuvo a mal traer en toda la temporada. Los Suns ganaron el título de División con un récord de 54-28 y en playoffs hicieron un papel respetable: eliminaron a Los Angeles Lakers en siete juegos, luego hicieron lo mismo con sus vecinos Los Angeles Clippers en la misma cantidad de partidos y finalmente cayeron ante Dallas Mavericks en Finales de Conferencia. Nash no tuvo nunca más la chance de ganar un MVP, aunque su juego siguió siendo siempre de primera línea dentro de la Liga más competitiva del mundo.

Charles Barkley, un MVP ganado, ningún campeonato
Temporada 1992-93: en serio, hubo un tiempo en que este hombre dominaba la Liga. Y no lo hacía a partir de chistes, comentarios polémicos o gritos neuróticos. Barkley fue un alero increíble en la NBA, aunque siempre tuvo esa cuota de marginalidad que, combinada con carisma, funcionó muy bien para la difusión de la competencia. Recién llegado a los Suns, Barkley promedió 25.6 puntos, 52.0% en tiros de campo, 12.2 rebotes y 5.1 asistencias por aparición. Su control del juego, en ese entonces, era verdaderamente increíble. Pero claro, al igual que Malone, tuvo que enfrentar en las Finales de Liga -las primeras que se daban para Phoenix desde 1976- a Michael Jordan y sus muchachos. Barkley dijo que era "el destino de los Suns ganar el título". Jordan pensaba diferente, porque los Bulls terminaron ganando 4-2 esa eliminatoria, en una serie que fue increíblemente divertida.

Allen Iverson, un MVP ganado, ningún campeonato
Temporada 2000-01: ¿Se acuerdan cuando A.I. dominaba la Liga siendo sólo un pequeño saltamontes? Ah, bellos recuerdos de una época que luce distante. Iverson no fue sólo una figura de marketing global, sino que también tuvo su cuota de extraordinario jugador en la competencia. Era un anotador puro, pero con una envergadura física poco habitual: promedió en su temporada de MVP 31.1 puntos y 2.5 robos por aparición. No sólo fue la cantidad, sino la calidad de sus tiros: Iverson era un matador de primer nivel con sólo 1.83 mts. de estatura. En esa temporada mágica de Philadelphia, los Sixers eliminaron en primera ronda de playoffs a Indiana Pacers y luego tuvieron dos series a siete partidos con triunfo en ambos: primero Toronto Raptors y luego Milwaukee Bucks. En la Final, los Lakers de Kobe Bryant y Shaq fueron demasiado. De todos modos, nadie podrá olvidar lo que logró hacer A.I. en 2000-01 a las órdenes del exigente Mike Brown.

Derrick Rose, un MVP ganado, ningún campeonato
Temporada 2010-11: Rose fue uno de los jugadores que más progresó en la NBA, gracias a las órdenes de Tom Thibodeau en el banco de suplentes. Un base explosivo, de piernas frescas e inteligencia, no es algo que se consigue todos los días. D-Rose, con 22 años, se convirtió en el jugador más joven de la historia de la NBA en ganar un premio MVP. Llevó a los Bulls, como líder, a un récord de 62-20 y le devolvió la mística ganadora a Chicago, ya que no se repetía una temporade de más de 60 triunfos desde 1997-98, cuando MJ hacía de las suyas en la NBA. En playoffs, Chicago no tuvo problemas para derrotar a Indiana Pacers y Atlanta Hawks en las primeras dos rondas, pero luego llegó el Heat del flamante Big Three y fue demasiado. Tras una temporada plagada de lesiones, Rose buscará volver a ser lo que fue en 2012-13.

Por Bruno Altieri
ESPNdeportes.com


 

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